Hace muchos años mi manera de pensar era muy distinta, creía que la comunidad LGBT eran personas enfermas o que no estaban bien psicológicamente, también era de los que decía: no tengo nada en contra de ellos pero que no se besen, que no lo hagan público y que sus cosas las hagan aparte.
No sé exactamente en qué momento mi forma de pensar empezó a cambiar pero empecé a relacionarme con miembros de la comunidad, entre ellos miembros de mi familia, amigos cercanos y colaboradores del trabajo, fue así que me di cuenta que ellos son simplemente personas como cualquier otra. Al final, todos somos personas que buscamos ser respetadas y tratadas como seres humanos, que seamos incluidas, sentirnos parte y que no nos discriminen. Sin embargo, es increíble que hoy en día no puedan tener acceso a los mismos derechos.
Yo opino que como sociedad debemos respaldarlos y apoyarlos, aprender de cada uno de ellos y ser empáticos pero sobre todo no juzgar sin saber ni conocer.
Sé que para muchas personas todavía es difícil aceptar y entender, pero yo les pregunto, ¿en qué nos afecta? ¿cuál es el problema? Considero que hoy en día lo que nos debe preocupar es que todos y todas seamos buenas personas, que seamos empáticos y podamos construir una sociedad mejor, más incluyente y donde todos nos sintamos parte.
Te invito a escuchar y aprender, así como yo, todos podemos cambiar y mejorar nuestra forma de pensar y buscar construir entre todos y todas un mundo mejor.